El 14 de abril, estudiantes de todo el país asistirán a una cita con el Estado para ‘medir’ los conocimientos adquiridos durante el colegio.

A los alumnos de grado 11 suele preocuparles el reto de responder un cuestionario que finaliza su etapa escolar y define, de alguna manera, su futuro académico o profesional. La mayoría tiene dudas sobre cómo afrontar la prueba, debido a los cientos de preguntas de diversos temas abordados desde primaria hasta bachillerato.

Según Sandra Patricia Hernández, sicopedagoga, no se trata de llegar al examen con todas las respuestas ni memorizar una gran cantidad de datos o libros. Sin embargo, sí es posible reforzar esas áreas en las que hay vacíos o dudas considerables.

De hecho, por la importancia de los resultados, la prueba Saber 11 puede ser un verdadero ‘as bajo la manga’, porque permite ingresar a universidades y carreras de alta calidad e incluso facilita la obtención de una beca, cuando se respalda con un promedio alto y un historial académico destacado.

La experta ofrece algunas recomendaciones básicas para tener en cuenta antes y durante el examen:

• Distribuir el tiempo eficientemente: si bien es vital repasar algunas temáticas o asistir a clases en algún instituto especializado, no es conveniente dedicarse a prepararse todo el día. Sacrificar tiempo de sueño, alimentación y algunas actividades libres podría resultar contraproducente, al generar fatiga o embotamiento.

• Establecer horarios y cumplirlos: es necesario fijar tiempos de estudio para cubrir las distintas áreas que evalúa la prueba Saber 11. De esta forma es posible llevar un orden para saber cuáles faltan y en cuáles ya avanzó.

• Crear un grupo de trabajo: con un equipo será más fácil comprender algunos temas o aclarar dudas puntuales. Cada persona se destaca en ciertas áreas, así que esta suele ser la mejor y más rápida vía para intercambiar conocimientos. Sin embargo recuerde el objetivo de reunirse para evitar distraerse en otras ocupaciones no académicas.

 Fortalecer la confianza: es importante creer en sí mismo y las capacidades adquiridas durante el colegio. De nada sirve dejarse llevar por el temor o dedicarse a hablar de las consecuencias de un puntaje bajo. Lo más conveniente es aprovechar el tiempo disponible para dedicarse a estudiar.

• Preguntar: lleve un registro de dudas que no haya podido resolver por su cuenta o con el grupo de trabajo. Profesores, familiares o amigos mayores pueden ayudarle a aclarar esas inquietudes.

• Descansar: no vale la pena que ‘pase derecho’ el día antes de la prueba. Lo que no aprendió durante años ni repasó en las semanas previas, difícilmente podrá hacerlo en una noche.

 Hacer ejercicios de relajación: realizar pausas activas y estirar brazos, piernas y cuerpo en general le permitirá tener disposición para responder las preguntas con mayor tranquilidad.

• Cuidar hábitos alimenticios: comer en exceso o por ansiedad eleva los niveles de carbono. Esta sustancia produce sueño, así que trate mantener los horarios y no excederse, sobre todo los días previos al Saber 11.

Un tema serio

Por último recuerde que cada pregunta del cuestionario está elaborada bajo estrictos parámetros y estándares de idoneidad. «Evaluar es una forma de determinar cómo estamos, cómo se encuentra la calidad de la educación media en el país y con qué conocimientos llegan los jóvenes a la universidad», explica Isabel Fernandes, subdirectora de Análisis y Divulgación del Icfes. Por tanto, el día del examen es recomendable leer con atención, concentrarse en cada respuesta y manejar la tensión. De esta manera, el resultado obtenido será fruto de sus conocimientos o preparación y no tanto de la suerte.

GuiaAcademica.com

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