www.leodoncel.com Ante la duda, abstente. Detente y analiza sería la recomendación para quienes están agobiados por la duda de matricularse o no el próximo semestre.

Con el final del primer semestre, a los centros de asesorías de las universidades comienzan a llegar estudiantes preocupados, la mayoría divididos en dos episodios.

Hay de todo: les fue bien pero están aburridos de la carrera; les gusta su programa, el estudio no les entra; o inciden factores externos

El drama no es de pocos. Un estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia reveló que en el primer semestre de la carrera, en 2005, abandonaron hasta un tercio de los matriculados (en Sanitaria) y un cuarto en otros dos programas. Al tercer semestre la deserción en algunos alcanzaba el 45 por ciento.

¿Las razones?
Factores económicos y, en segundo lugar, pero muy cerca, los académicos: rendimiento o…. eso no era lo que quería.

¿Qué hacer?
Pese a las particularidades, la sugerencia es buscar asesoría. En eso coinciden orientadores de estudiantes de la Universidad Eafit, la Universidad Nacional y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid.

A los que llegan a Desarrollo Estudiantil de Eafit preguntándose «¿seré bueno para esto?», se les ayuda a buscar cuál es su orientación.

Y puede ocurrir, según Jeannette Lerner, jefa de esa dependencia: que el alumno tenga fortalezas que lo pueden hacer feliz en otra carrera, o que esté encaminado en su vocación pero no sabe estudiar.

En los primeros semestres es cuando Aníbal Córdoba, director de Acompañamiento Estudiantil en la Universidad Nacional, identifica más casos de universitarios a quienes en sus notas no se refleja el gusto por la carrera.

Para ellos la recomendación es que insistan en su formación.

Que no tiren la toalla y se apoyen en personas que les ayuden a aprender a estudiar. Es común, dijo, que el estudiante que pierde alguna asignatura quiera recuperarse matriculando más en el próximo semestre. A su juicio, esa no es una buena decisión. Lo que se debe hacer es cursar pocas materias que permitan concentración en la que no se ganó: «La culpa no es buena consejera».

Para esos estudiantes en los que el problema está en el rendimiento académico, Juan José Torres, sicólogo orientador en el Politécnico
Jaime Isaza, sugiere comprender que la manera de estudiar en la U es muy distinta a la del colegio.

Algunos se aburren porque el profesor no les dicta o porque tienen que estudiar documentos por su cuenta. Tampoco, agregó, deben frustrarse si en los primeros parciales les va mal.

Lo ideal en esta circunstancia es no parar.

Si el motivo de la incertidumbre es la elección equivocada de carrera, el camino está en el cambio.

Esa fue la opción que tomó la semana pasada Yerson Arley Ruiz Escudero después de las dudas que le surgieron. Estudiaba Ingeniería Eléctrica y pidió paso para Ingeniería Industrial.

A este estudiante de la Universidad Católica de Oriente las dudas le surgieron en el tercer semestre, cuando empezó a pensar en la aplicación que tendría lo que estudiaba. Analizó el currículo de Industrial y habló con el decano del área antes de decidirse. Es lo mejor que se debe hacer, aseguró Jhoany Valencia Arias, estudiante de la Universidad Nacional quien pasó por la misma angustia.

No tenía problemas con las notas porque iba bien. Lo que más le preocupaba antes de pasarse era la sensación de estar fracasando y la
presión de la familia.

«Esta sí es», puede decir ahora que está contento en el séptimo semestre de Ingeniería Industrial. Casos exitosos como el de Jhoany es lo que buscan los orientadores. Torres contó en el Poli hacen todo lo posible para que la persona no salga del sistema educativo. 

Empiezan por indagar si su vocación profesional se puede desarrollar en la institución, pero si no es así no tienen problema con asesorarlo para que la busque en otra parte. Tal cual ocurre en la Nacional y en Eafit.

¿Qué hacer si no se encuentra la vocación? Algunos no aconsejan parar estudios. Sin embargo, Jeannette Lerner no ve tan grave un semestre sabático.

Para ella, uno nunca está perdiendo el tiempo y si alguien no sabe qué estudiar y tiene la posibilidad de viajar a aprender un idioma a otro país, pues que lo haga. Incluso trabajar como mesero un tiempo es beneficioso para cultivar la humildad, sostuvo.

Estar un periodo por fuera de la academia, según Córdoba, puede ser muy peligroso para un estudiante, por los riesgos de involucrarse en otros asuntos y no regresar.

La decisión, la tiene, como en todos los casos, el estudiante. Pero, ¡asesórese!

Pedagogía

1- El director de acompañamiento estudiantil de la U. Nacional, Aníbal Córdoba, recomienda que el 80 por ciento del tiempo que estudie sea individual.

2- Para el estudio en grupo sólo se debe dedicar el 20 por ciento del tiempo total. En esos momentos se resuelven dudas que surgen en la preparación en solitario.

3- Persista, cuando estudie, en una actitud para ese momento. Aunque no logre concentrarse siga estudiando. Desconéctese de la música, el televisor, la cama.

4- Es mejor estudiar cada vez de a poco y no dejar acumular todo. Mínimo invierta dos horas al día adicionales a las de la U. Fines de semana entre 10 y 15 horas.

5- No deje pasar más de 36 horas para repasar lo aprendido. Eso sirve para generar confianza. Tampoco estudie unas horas antes de un parcial, puede bloquearse.

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